Aguas altas y excelentes expectativas
Los ambientes ofrecen un pronóstico inmejorable. Un efecto positivo de la pandemia es que se registró una baja presión de pesca dado que la temporada anterior se vio interrumpida; a esto se suman grandes nevadas invernales y un deshielo gradual producto de una primavera benévola, para completar una combinación que augura un inicio de temporada con muy buena calidad y cantidad de truchas.
Claro que para sacarle el mayor provecho a la pesca, nada mejor que recorrer la zona con los guías profesionales de la zona. Son los que saben reconocer el terreno como nadie. Así, en estos momentos de aguas altas saben dónde se pueden generar desbordes que permiten pescar en “flats”; o en qué pesqueros el caudal del deshielo genera sectores con aguas limosas donde encontrar truchas marrones de tamaños importantes; y, también, conocen dónde es posible practicar la pesca a pez visto con las truchas arcoíris, que se reúnen en grupos en alguna corredera baja.
El buen pronóstico se mantiene para toda la temporada, ya que los cerros nevados de la primavera no solo ofrecen postales perfectas: también aseguran una reserva de agua para llegar al verano con niveles óptimos en ríos y arroyos, garantizando así excelentes condiciones para la pesca deportiva.